jueves, 4 de octubre de 2012

EL SECRETO DE FULTON SHEEN


¿Quién fue el más grande evangelizador católico del siglo XX? Para mí está claro: Venerable Fulton J. Sheen. Algunos podrían argumentar que fue el Papa Juan Pablo II, que tuvo un impacto más grande en el mundo. Otros podrían reclamar la Madre Teresa, cuya sonrisa y sari eran ciertamente más conocidos. Pero en términos de evangelización, yo no creo que nadie haya llamado a más gente a la Iglesia que Sheen.

Su éxito se debió en gran parte a su dominio de los nuevos medios, que en su día significaban radio y televisión. En 1930, Sheen lanzó su "Hora Católica" programa de radio. Era transmitido ampliamente en más de 100 estaciones y llegó a más de 7 millones de oyentes. En 1951, se trasladó a la televisión, donde su popular show "La vida vale la pena vivirla" atrajo a más de 30 millones de personas cada semana.


El programa también generó más de 20.000 cartas personales escritas a diario para Sheen, muchas de las cuales contestó personalmente. A través de su correspondencia y la instrucción personal, ayudó a miles de personas a entrar en la Iglesia y muchos otros a profundizar en ella. De hecho, mi director espiritual es una de ellas. Con 89 años de edad, autodenominado "Sheen-adicto", le atribuye la inspiración de convertirse en sacerdote.

¿Qué hizo Sheen para tanto éxito? Por supuesto, él tenía carisma, ingenio e inteligencia, pero ¿qué estrategias usó para atraer a la gente a Cristo?

Uno de los métodos más poderosos de Sheen fue determinar cuidadosamente la resistencia real de una persona a la fe. Por ejemplo, cada vez que conocía a alguien que no estaba de acuerdo con la Iglesia, siempre quiso oír por completo sus argumentos antes de responder. E incluso después le hacía preguntas de seguimiento, sólo para estar seguro de que entendía la verdadera objeción.

En su autobiografía, Tesoro en barro, Sheen narra una historia que muestra esto en la práctica:

"Recuerdo una azafata de una aerolínea internacional que comenzó un catecumenado católico. Cuando llegamos al tema de la confesión y el pecado, ella dijo que no podía continuar. Le rogué que tomara una hora más de instrucción, y luego, si no le gustaba lo que se decía, podía salir.

Al final de la segunda hora sobre el tema, se volvió casi violenta y gritó: "¡Ahora nunca voy a unirme a la Iglesia después de lo que he oído acerca de confesar los pecados!" Le dije: "No hay proporción alguna entre lo que has oído y la forma en que estás actuando. ¿Alguna vez has tenido un aborto?" Ella bajó la cabeza avergonzada y admitió que sí.

Esa era la dificultad, no el sacramento de la Penitencia. Más tarde le recibí en la Iglesia y bautizé a su primer hijo. Desde mi experiencia, siempre es bueno no prestar atención a lo que dicen, sino por qué lo dicen. Muy a menudo hay una racionalización de su forma de vida."

- Fulton Sheen, “Tesoro en barro” (New York, NY: Image, 1982), 278-279.

Esta historia pone de manifiesto una observación importante: las objeciones doctrinales al catolicismo son a menudo objeciones morales disfrazadas. Al principio de su libro, Sheen afirma que "la mayoría de la gente, básicamente, no tiene problemas con el Credo, pero con los Mandamientos; no tanto con lo que la Iglesia enseña, pero con la forma en que la Iglesia nos enseña a comportarnos"

Esto sin duda resuena con las conversaciones que he tenido, y tal vez usted ha experimentado lo mismo. Las razones que da la gente para rechazar la fe o el cristianismo a menudo enmascaran las verdaderas razones ocultas en su interior.

La próxima vez que te encuentras con este tipo de oposición, busca si hay alguna objeción más profunda bajo la superficie. Si les rechinan las enseñanzas de la Iglesia sobre la anticoncepción, por ejemplo, pregunta por qué parece tan molesto. Si se resisten a la Iglesia porque es supuestamente "anti-ciencia" o "anti-mujer", profundizar y ver si hay una neurosis o complejo debajo.

Una de las formas de hacerlo es preguntar: "¿Sinceramente, es esta la razón principal por la que no eres católico? Si puedo mostrarte que la Iglesia es en realidad una gran defensora de la ciencia y de las mujeres te apuntarías? "La mayoría de las veces la respuesta es No, lo que revela una objeción más profunda. Y en la mayoría de los casos, la objeción más profunda se relaciona con las enseñanzas morales de la Iglesia.

Sheen lo sabía y esto le ayudó a guiar a muchas personas a la Iglesia. A medida que la nueva evangelización avanza, sigamos su estrategia y enfocar nuestra evangelización en las paranoias reales que tienen las personas, que son a menudo radicalmente diferentes de sus protestas superficiales.

Brandon Voigt

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