- Sí, Joana. Estoy segura.
- Pero, ¿de verdad? Es que, digo, puede que lo hubieras soñado, ¿no?

- Pero papá no, ¿no?
- No, papá no estaba.
- Sí, porque aún no nos habíamos casado.
- ... Mamá.
- Dime.
- Dicen mis compañeros de clase que no puede ser que haya una niña sin que haya un padre.
- Mmmm.
- Por eso yo pienso que mi papá se fue a una guerra o así y se murió y por eso te casaste otra vez.
- Mmmm. Es un poco más complicado, Joana.
- ¿Me lo cuentas antes de que empiece la misa?
- Mmmm. Bueno, primero de todo tienes que decir a tus compañeros que un padre es alguien que te quiere mucho y está a tu lado.
- Sí, pero...
- Espera. Había un papá, pero él no quería hacer de papá, así que decidí cuidarte yo sola hasta que encontráramos a tu papá perfecto. Y lo encontramos. Y ahora, ¿quién es tu papá?
- Aita.
- Sí. ¿Y cómo sabes que él es tu papá?
- Porque me quiere muchísimo.
- Sí.
- Mamá, ¿crees que el otro papá ya se habrá vuelto bueno?
- No es malo, Joana. Sólo no quería hacer de papá. Pero no es malo.
- Mamá, ¿puedo rezar por él?
- Claro que sí, Joana.
- ¿Cómo se llama?
Fuente: Un quisco de malaquita
No hay comentarios:
Publicar un comentario
O noso blog necesita dos teus comentarios!