martes, 31 de enero de 2012

PEQUEÑAS NOVELAS

El violonchelista de Sarajevo
Autor: Steven Galloway

Es una novela breve que narra pocos días de la vida de algunas personas durante el asedio de Sarajevo en los recientes años noventa. La ciudad se asienta en una planicie rodeada de colinas desde donde disparaban los que la mantenían cercada.

Todos los días un violonchelista, antiguo integrante de la orquestra de la Ópera de la ciudad, se sienta ante la ventana de su apartamento y toca hasta que siente regresar la esperanza. Con cierta frecuencia la única composición que alivia su espíritu es el Adagio de Albinoni.

Un día estalla una bomba de mortero bajo su ventana, mientras se encuentra tocando, y mata a gran número de los que guardaban cola para comprar pan. Al día siguiente baja con su violonchelo y un taburete, se sienta en el cráter que ha dejado la bomba y toca allí el Adagio. Se retira a su apartamento a continuación pero vuelve los días siguientes y siempre interpreta la misma obra.

A partir de entonces se nos presenta a los personajes cuyas vivencias y pensamientos dan lugar al desarrollo del relato. El primero de ellos es Flecha, una chica enrolada como tiradora en las filas de los defensores de la ciudad, a causa de la pericia adquirida en una escuela de tiro deportivo antes de la guerra. Se hace llamar Flecha y rechaza que usen su verdadero nombre, intentando separar la parte de su ser que odia y mata de aquella otra que cree correspondería a la persona que era antes de la guerra. Un día recibe la orden de proteger al violonchelista del probable disparo de un francotirador. Han sabido que el músico se propone repetir su acción un día por cada una de las veintidós víctimas mortales dela bomba en la cola del pan.

Kenan es el segundo personaje. Padre de familia, antiguo auxiliar administrativo, vive con su mujer Amila y sus tres hijos. Le seguiremos durante la ruta a pie que emprende cada cuatro días, cargado de recipientes de plástico, para obtener agua potable en alguno de los escasos lugares de la ciudad en los que es posible hacerlo.

Dragan es empleado de una panadería. Consigue sacar de la ciudad a su esposa y a su hijo antes del comienzo de la guerra. Como Kenan, camina por la ciudad, intentando esquivar a los francotiradores, de camino a la panadería donde trabaja.

He disfrutado con la lectura de este relato. Pese a que las trayectorias de estos personajes principales no se entrelazan, no por ello deja de tener unidad. Asistimos a la lucha interior de las personas para mantener el ánimo y no desmoronarse. En este sentido, resulta una dura prueba incluso el encuentro en la calle con personas conocidas desde antes de la guerra, que despierta el doloroso recuerdo mutuo de lo mucho que se ha perdido. Especialmente interesante es como lo que impulsó a Flecha al principio a matar sitiadores de la ciudad era el daño que estos hacían, pero con el tiempo lo que la hace continuar es ante todo el odio que les tiene, la idea de ellos como grupo y no sus actos.

Excelente novela breve, que pide relectura.

Ignacio Lete

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