lunes, 28 de marzo de 2011

SEÑOR, DAME ESA AGUA

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob.

Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial, Era alrededor del mediodía.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:

-«Dame de beber.»

Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.

La samaritana le dice:

-«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, que soy
samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Jesús le contestó:

-«Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.»

La mujer le dice:

-«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»

Jesús le contestó:

-«El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna. »

La mujer le dice:

-«Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»

Jesús le dice:

-«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»

La mujer le dice:

-«Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.»

Jesús le dice:

-«Soy yo, el que habla contigo.»

En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:

-«Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo. »

domingo, 20 de marzo de 2011

IGREXA COMUNIDADE DE SERVIZO

Fai uns días tiven que dar unha charla sobre o tema que se indica no título. O esquema era o seguinte: A Igrexa necesariamente ten que ser comunidade, e dicir, ter conciencia de ser comunidade, pero unha comunidade viva, polo tanto suxeta a cambios, adaptacións, erros e acertos, o que é a vida, pero esta comunidade ten unha característica fundamental que é a do servizo. É para servir e para servir na misión que ten a Igrexa: buscar primeiro o Reino de Deus e a su xustiza, que o demás ven dado por añadidura. E este servizo ten que facerse a través do anuncio da Palabra de Deus, da celebración da fe e do exercicio da caridade. Fixen fincapé no exercicio da caridade porque a xente á que iba dirixida a charla era voluntaria de algunhas cáritas parroquiais.


Atención aos mais pobres. Facendo análise da realidade. Ver no outro a Xesús que padece, etc

viernes, 11 de marzo de 2011

La botella de la Iglesia


El feligrés cgfreitas nos ofrecía hace unos días unas reflexiones en que aludía directamente o indirectamente al comportamiento que la Iglesia -institución ha mantenido a lo largo de los siglos. Es un tema al que es difícil no dedicar alguna reflexión de vez en cuando. Quizá podríamos convenir, con tanta perspectiva histórica pasada a nuestra disposición, en que la botella de la Iglesia nunca ha estado realmente llena.

La vaciedad alcanza a la jerarquía sin duda: recordemos la ignominiosa época de los Borgia, el fundamentalismo del tiempo de los cruzados o los casos sangrantes de pederastia en las últimas décadas. Pero la militancia cristiana no se libra de su ración de "vaciedad". Como ejemplo, un botón:

Divorce Statistics: Christian Faith Groups:
Christian Faith Groups: Divorced or had been Divorced:
Non-denominational (independent) 34%
Baptists 29%
Mainline Protestants 25%
Mormons 24%
Catholics 21%
Lutherans 21%
Divorce Statistics: Non-Christian Faith Groups:
Non-Christian Faith Groups: Divorced or had been Divorced:
Jews 30 %
Atheists and Agnostics 21 %
Muslims 11 %

¿Cómo se explica, como indican los cuadros anteriores (aunque estén en inglés), que las separaciones (divorcios) matrimoniales entre gentes oficialmente religiosas (son datos estadounidenses porque es donde hay variedad de "fes") no sea menor que entre ateos o agnósticos, si justo estamos militando en la religión del Amor? ¿Cabe mayor prueba de desafección a los ideales por parte de los creyentes?

Reconociendo eso, sin embargo, la cara se me cambia de color cuando pienso en la parte de "plenitud" de la botella. Pues la parte llena no es otra cosa que ...¡los santos que en la Tierra ha habido! ¿Es que acaso hay palabras para decir lo que ha significado la vida de San Francisco, o la beata Teresa de Calcuta o tantos cristianos y cristianas anónimos que dan su vida en silencio por el bien de la humanidad? Déjadme pues que me admire de la grandeza del hombre cuando es capaz de dejarse guiar por Dios...

domingo, 6 de marzo de 2011

CASA SOBRE LA ROCA

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

-«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. 

Aquel día, muchos dirán: “Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?” 

Yo entonces les declararé: “Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados”.


El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. 


El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»