viernes, 25 de febrero de 2011

EDUCAR

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pesar, equilibrar...
. . . y poner todo en marcha.

Pero por eso,
uno tiene que llevar en el alma,
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que este navío
llevará nuestra carga de palabras,
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando, un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos,
seguirá nuestra bandera
enarbolada.

Gabriel Celaya

No hay comentarios:

Publicar un comentario

O noso blog necesita dos teus comentarios!